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Smart Office: Transformando el lugar de trabajo

La tecnología impacta la forma en que desarrollamos nuestras vidas cada día. El entorno laboral no es extraño a los avances que la revolución de la era digital trae consigo. De manera muy especial, el entorno laboral se ve afectado por la irrupción y difusión de las Smart Office u “Oficinas Inteligentes”.

 

Las Smart Office vienen ganando terreno firme en el mundo del empleo tanto en Bolivia como en el mundo durante el último tiempo, hasta llegar a convertirse en una realidad que transforma radicalmente el lugar de trabajo, imponiéndose por su propia fuerza, a causa de la productividad y eficiencia que pueden llegar a representar. Son opciones que un empleador líder no puede dejar de considerar.

 

Los espacios de trabajo inteligente se adaptan y personalizan tecnológicamente siguiendo las necesidades de la empresa, optimizando espacios, implementando aplicaciones que mejoran la conectividad y fomentan la colaboración, así como sistemas operativos que impulsan el bienestar y la productividad. Las ventajas son múltiples tanto para los empleados como para los empleadores.

 

Fundamentalmente, las oficinas inteligentes se sustentan en los siguientes pilares:

 

Gestión eficiente del espacio: Gracias a la tecnología, las Smart Office pueden optimizar el uso del espacio, dando lugar a ahorros económicos que benefician a la empresa.

 

Mayor conectividad y colaboración: Facilitan la colaboración entre los equipos mediante herramientas y plataformas que permiten la comunicación en tiempo real, fortaleciendo el trabajo remoto o teletrabajo.

 

Mejora del bienestar y la productividad: El bienestar de los empleados es esencial para su rendimiento, se traduce en beneficios palpables que elevan la productividad. En los casos más avanzados, las Smart Office llegan a monitorear el ambiente laboral, ajustando la iluminación y la temperatura para crear un ambiente más cómodo y saludable. Incluir áreas de descanso, espacios para hacer ejercicio o zonas verdes promueven un entorno laboral más equilibrado y productivo.

 

Desde la perspectiva legal, las Smart Office no están sujetas a regulaciones especiales. Las normas laborales tradicionales sobre jornada y horario laboral, seguridad, higiene ocupacional, bienestar, privacidad e intimidad deben ser consideradas; no obstante, como ocurre en todas las áreas del derecho, la realidad siempre va al frente.

 

En lo referente a la jornada y horario laboral, los sistemas tecnológicos propios de las Smart Office pueden convertirse en herramientas útiles para la recolección y análisis de datos, para orientar objetivamente la toma de decisiones que afectan al entorno laboral. Recordemos las recientes regulaciones y debates sobre horario continuo y discontinuo, o las normas sobre horario de invierno y sus efectos en nuestro día a día.

 

Asimismo, junto con las ventajas, las Smart Office también plantean retos asociados principalmente al derecho fundamental a la privacidad de los empleados. A la protección de su esfera personal y su círculo más íntimo. Después de todo, la obtención, procesamiento y almacenamiento de datos personales generales, sensibles y biométricos son actividades típicas e ineludibles en el marco de la relación de trabajo.

 

En relación con este punto, actualmente el Congreso de Bolivia discute la primera Ley de Protección de Datos, cuyo principio cardinal es el consentimiento del titular de la información o datos, además de contemplar la creación de una autoridad regulatoria y la implementación obligatoria de un oficial de protección de datos en determinados casos.

 

Por otro lado, en el plano económico, la transformación y camino hacia un espacio de trabajo inteligente demanda la inversión de recursos económicos, que debe evaluarse desde la óptica del ahorro de espacio, bienestar, productividad y eficiencia en el trabajo.

 

En definitiva, Bolivia no es ajena a la tendencia de las Smart Office, que se abre camino con firmeza a nivel mundial, permitiendo el encuentro feliz entre la flexibilidad en la forma de trabajo y la economía. A través de esta unión se aprecia la luz, aún tenue, de un nuevo y renovado entorno de trabajo, impulsado por los pasos gigantes de la tecnología.